jueves, septiembre 18, 2008

martes, septiembre 16, 2008

Caesar

Ignavi coram morte quidem animam trahunt, audaces autem illam non saltem


En plena crisis y sin timonel en el barco. Ya nadie se atreve a decir cómo ni cuándo se solucionará. Pero, tenemos suerte; nuestro bien amado líder dice que mantendrá los gastos sociales, enhorabuena a los parados, no tendrán trabajo pero podrán cobrar el paro. Lo que no explica es cómo lo piensa pagar, hasta el ministro le dice que no hay dinero; pero eso da igual, lo importante es continuar; en una interminable escapada hacia adelante, ya escampará.

Gran receta anti-crisis,no hacer nada. Lo importante es llegar a las próximas elecciones con los menores daños posibles, no importa hundir un país, importan sus escaños. Claro que los otros no son mejores; mismo perro, distinto collar.

Quo usque tandem abutere, Catilina, patientia nostra? Quam diu etiam furor iste tuus nos eludet? quem ad finem sese effrenata iactabit audacia?


¿Qué nos queda de democracia?¿Qué de libertad?¿Qué de justicia?
Nos han robado, nos han despojado de nuestros sueños, esperanzas e inocencia. Cuando se hizo la transición todo el país creía que el futuro sería mejor, llegaba la democracia; ¡qué inocentes éramos! Nos engañaron, se crearon grupos de poder que deciden por nosotros, que nos mantienen en una caverna, contemplando las sombras de la democracia, haciéndonos creer que la libertad es votar cada cierto tiempo a sus candidatos, a sus partidos, a sus preferencias. Hemos aceptado su juego. No hay solución. No hay salida.
Nos quedamos viendo la tele mientras ellos deciden qué es lo mejor para nosotros; qué comprar, qué leer, qué escuchar, qué ver, qué pensar. Y funciona, han logrado la dictadura perfecta, sin policia, sin represión, es el propio pueblo el que señala al diferente; el que se aparta del apestado.
¿En qué nos hemos convertido?